Micromanagement
En los últimos años se escucha cada vez más la palabra micromanagement, aunque no es algo nuevo en el mundo de las organizaciones, lleva existiendo toda la vida, pero ahora tiene un nombre.
Quizás todavía no hayas oído el término, pero sigue leyendo porque es posible que conozcas a algún micromanager o que tú mismo, como líder, hayas caído alguna vez en el micromanagement.
Imagina el siguiente caso: existe un Director que se quiere involucrar en todo, no importa que no sea su área de especialidad y es que él es experto en ventas. Sin embargo quiere estar enterado de todo, los precios de ventas, la firma de todas las compras, autoriza todos los procesos, en el área de tecnología se involucra en todos los proyectos, realiza las últimas entrevistas de las contrataciones no importando la plaza, todas deben tener su visto bueno. Algunos de sus subordinados han caído en zona de confort, pues todo lo resuelve y decide él y otros han perdido un poco la pasión por lo que hacen, porque no pueden desarrollar todo su potencial. Además de que cuando toma vacaciones, las pocas cosas que puede autorizar de manera remota siguen su curso, pero todo lo demás debe esperar a su regreso. ¿Tienes algún caso así en tu compañía?
¿Qué es el “Micromanagement”?
El micromanagement es ese estilo de liderar que se centra en los detalles pequeños, a veces totalmente insignificantes. El micromanager ejerce control y supervisión sobre su equipo. En lugar de centrarse en una visión estratégica, global y amplia, el “micromanager” baja a los detalles específicos de las tareas.
Los micromanagers son aquellos jefes que necesitan controlar absolutamente todo lo que se gesta en su empresa, incluso detalles sin importancia. No conciben la posibilidad de delegar tareas, pues vigilan y revisan constantemente todas las tareas que realizan sus empleados, mermando la confianza y desmotivándolos, pues el desgaste que supone para ellos es considerable. Además esta forma de dirigir a los empleados frena el crecimiento potencial de la empresa, pues no les permite pensar y actuar por sí mismos, por lo que no pueden aportar o proponer ideas.
El micromanager muchas veces no suele estar a la altura del puesto que ocupa y sustituye liderar por administrar.
Rasgos que caracterizan a los micromanagers:
• Nunca están satisfechos con los resultados si la tarea no se ha realizado exactamente como ellos querían.
• Necesitan saber en todo momento dónde están sus empleados y en qué están trabajando.
• Solicitan ir en copia de todos los correos electrónicos, lo que evidencia su obsesión por controlar todo.
• No son conscientes de lo mucho que obstaculizan la productividad.
Haciendo esto, el líder deja de ser el guía del equipo, porque en lugar de liderarlo, se está encargando de supervisar minuciosamente. Pierde el foco del futuro y de lo global.
Este tipo de líder es el que pide estar en copia en los todos los emails, el que tiene que aprobar las tareas realizadas para que se pueda continuar con el trabajo, el que sabe en todo momento donde esta cada uno de los miembros de su equipo, el que pide informes muy detallados de cada uno de los proyectos, el que siempre tiene una idea mejor que la tuya, el que cree que lo que has hecho no está mal pero deberías añadir sus sugerencias…
Los grandes peligros del Micromanagement
El micromanagement es perjudicial dentro de la organización. Los equipos con un micromanager no trabajan al más alto rendimiento y la insatisfacción y rotación es mayor. Nunca serán equipos de alto nivel. Estos son algunos de los grandes peligros del micromanagement:
Desmotivación del equipo
Este tipo de líderes se centran tanto en los pequeños detalles, que nunca nada está a su gusto. Siempre hay algo que cambiar o modificar. Esto genera desmotivación en los empleados.
Penalización de la creatividad
Los miembros de su equipo suelen evitar proponer ideas porque “Para qué si no le va a gustar” Al inicio generará frustración, sobre todo entre los más proactivos del equipo, a la larga el equipo se adaptará a trabajar de esa forma y será hasta difícil que se les ocurran ideas nuevas.
No empodera al equipo
Las personas del equipo no son autónomas, no se sentirán capaces de realizar tareas sin tener las instrucciones y consentimiento de su manager.
Pérdida de tiempo y dinero
Se tarda más en hacer todo, porque necesita ser supervisado por el manager. En muchas ocasiones el trabajo tendrá que volver a repetirse. Y ya sabemos que el tiempo en la empresa es dinero.
Falta de visión estratégica
Dedicando tanto tiempo a los pequeños detalles y centrándose en ellos, se pierde la visión en conjunto y global. Un líder que cae en el micromanagement tiene una visión reducida, que le impide ir más allá de su entorno y del presente.
¿Cómo saber si estás ejerciendo esta forma de liderazgo?
Comienza por identificar los síntomas. Los micromanagers suelen experimentar dificultades para delegar tareas, aún a los miembros más competentes del equipo, porque sienten que ellos las harían mejor. Con el tiempo, esta práctica conlleva a una sobrecarga de trabajo para el líder, quien puede incluso comprometerse a realizar trabajos para los cuales no posee los conocimientos necesarios. En lugar de guiarse por la visión global del proyecto, los micromanagers gastan la mayor parte de su energía corrigiendo los detalles.
Hay varios paradigmas mentales que debes cambiar si tú ejerces el micromagagement:
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Asume que no todo puede ser perfecto. Hay un dicho que dice “lo perfecto es enemigo de lo bueno”.
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Liderar no consiste en controlar y supervisar si no en guiar y empoderar al equipo.
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Tu misión no es centrarte en el detalle de las tareas si no liderar el equipo.
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Existen múltiples formas de conseguir resultados, no hay una forma única y correcta.
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En lugar de revisar las tareas después de finalizadas ofrece instrucciones claras sobre cómo deberían ser realizadas.
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Deja espacio para la imperfección. Comienza pasando por alto detalles que no interfieren en el resultado final. Por ejemplo, no mencionar que el título del informe no está en el tamaño y color que te gusta
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Ofrece y céntrate en la retroalimentación positiva. Reconoce el trabajo y esfuerzo realizado por tu equipo.
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Aprende a delegar, pero no esperes que hagan las cosas como tú las harías.
¿Cómo lidiar con los micromanagers?
Ahora bien, que pasa si tu jefe es un micromanager, a continuación algunos tips:
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Evita situaciones que inciten a la microgestión. Si te ves obligado a trabajar con un micromanager, la mejor manera de evitar el constante control es anticiparte a las posibles tareas que pueda pedirte. Normalmente los micromanagers lo que hacen es recordarnos que debemos hacer tareas que ya sabemos que tenemos que hacer, por lo que si nos anticipamos, no será necesario que nos recuerde constantemente las tareas pendientes.
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Informa de manera proactiva. De nuevo adelántate e informa al micromanager de cómo llevas tus tareas, antes de que él te lo pregunte.
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Hazle saber que su actitud afecta sobre tu productividad. Intenta explicarle que serías más productivo si te permitiese desarrollar los proyectos a tu manera. Lo más seguro es que no cambie de parecer fácilmente, pero servirá para expresar tu opinión y quizá hacerle entender que su forma de dirigir puede afectar gravemente al proyecto común de la empresa.
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Ofrece alternativas. Puedes proponerle la opción de realizar una tarea sin continua supervisión, realizando una única supervisión al finalizar la tarea. De esta forma le harás entender que quieres trabajar, pero necesitas poder tomar tus propias decisiones. Si accede, agradéceselo para que sea consciente del cambio positivo que supone para ti.
Consecuencias del Micromanagement
Entre las consecuencias de este tipo de liderazgo se encuentra el hecho de que el desarrollo de los empleados se ve afectado. Ya que su superior exige ser consultado en todo momento, ningún miembro del personal tiene la facultad de tomar decisiones, lo que provoca inseguridad y una sensación de que, no importa cuánto se esfuerce, su trabajo nunca será tan bueno como el que el líder espera.
Asimismo, es común que el personal bajo este tipo de administración tema proponer nuevas ideas, algo que puede afectar enormemente a la evolución del equipo y de los procesos de trabajo. Finalmente, el ambiente de desconfianza que genera un jefe que practica el micromanagement, hace que sus subordinados sientan que no pueden trabajar sin contar con su supervisión en todo momento, una actitud desgastante para ambas partes.
Por lo tanto, el micromanagement debe ser un tipo de liderazgo en extinción. Cada vez más líderes están optando por formas de trabajo saludables para la empresa, y entre sus prácticas, podemos observar las siguientes:
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Contratan sólo a profesionales responsables, confiables y compatibles con la cultura de la compañía.
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Comunican el resultado que quieren alcanzar, pero permiten que sus empleados definan y lleven a cabo el proceso que ellos consideren adecuado.
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Proveen los recursos necesarios para que el equipo realice su trabajo y supervisan el resultado para mejorarlo si es necesario, También, le dan el crédito a los responsables, en lugar de adjudicárselo.
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Alientan la retroalimentación entre compañeros para que unos contribuyan al crecimiento de los otros.
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Otorgan a su equipo poder de decisión.
Ahora que está consciente de lo que implica el micromanagement y sus consecuencias, es momento de analizar a los ejecutivos de tu empresa y prevenir este problema. Sobre todo, ten en cuenta que el buen liderazgo puede comenzar desde la contratación.
Bibliografía
https://www.guidocattaneo.com/los-grandes-peligros-del-micromanagement/
https://superrhheroes.sesametime.com/micromanagement/
http://www.hlghunters.com/blog/126-micromanagement-lidreazgo