¿Cómo solicitar un aumento? Un plan de 5 pasos
Acercarse a los supervisores para pedir un aumento salarial es intimidante para muchos empleados. La empresa PayScale (empresa norteamericana dedicada a la investigación en recursos humanos) hizo un estudio y arroja información interesante. Un porcentaje de 63% empleados nunca solicitan un aumento. Sin embargo, tener la conversación a menudo vale la pena: ya que del 37% de los empleados que sí solicitan un aumento en la paga, el 70% termina recibiendo un aumento salarial, según el informe. Las principales razones por las cuales los empleados no piden aumentos son porque o no sienten que han estado en una posición lo suficientemente larga como para preguntar, o simplemente se sienten incómodos negociando su salario.
Según la investigación, las mujeres estadísticamente se sienten menos cómodas que los hombres a la hora de negociar salarios, lo cual no es un descubrimiento nuevo. En un mundo de negocios dominado por hombres, las mujeres pueden sentirse especialmente en desventaja para acercarse a los supervisores masculinos. Esperamos que las empresas puedan engendrar una cultura donde hombres y mujeres se sientan cómodos discutiendo este tema. Sin embargo, pedir un aumento no es una conversación fácil para nadie. Es naturalmente una conversación incómoda. Cualquier cosa relacionada con las finanzas puede ser un tema bastante personal para las personas. Una incomodidad natural es lo que hace que las personas eviten tener conversaciones al respecto, especialmente en un entorno profesional, porque no quieres enfrentar a nadie de la manera equivocada o incluso arriesgar la posibilidad de que una oferta pueda ser denegada sí parece irracional.
1. Haz investigación
Antes de hablar con tu supervisor, asegúrate de haber hecho algunas investigaciones. No vayas a tener un sentido elevado de lo que te deben pagar frente a lo que es la realidad, o viceversa. Algunas personas pueden no darse cuenta de que hay otras personas en su industria que desempeñan un papel similar en un tipo similar de organización a quienes se les paga más que a ellos.
La mejor manera de obtener esas cifras es a través de la creación de redes en tu industria específica. También trata de contactar a reclutadores, ya que ellos a menudo obtienen una perspectiva transversal de las tendencias de la industria.
Sin embargo, hacer una búsqueda rápida en Google es un buen punto de partida para tener un punto de referencia. Haz hincapié a la geografía en tu búsqueda, ya que muchos salarios varían según la ubicación.
2. Elige la hora y el lugar apropiados
Piensa lógicamente al determinar el mejor momento y lugar para hablar con tu jefe. Por ejemplo, si acabas de recibir tu revisión anual y recibes un aumento, probablemente no sea el mejor momento para solicitar otro aumento poco después. Lo que puedes hacer, sin embargo, es comenzar a plantar la semilla antes de tu revisión anual. También podrías acercarte a un supervisor un jueves o un viernes por la tarde, cuando la atmósfera de la oficina es más relajada, en lugar de un agitado lunes por la mañana.
Programa una reunión. No hagas nada por correo electrónico. No quieres que tu salario se “transpapele” en una bandeja de entrada. La reunión en persona también es una ruta más profesional, lo que te brinda la oportunidad de mostrar a tu jefe qué tan serio eres sobre el tema.
3. Prepara los motivos correctos
Asegúrate de que tu justificación para un aumento sea relevante para la compañía. Un punto importante donde las personas a menudo salen mal es cuando dan razones que realmente no son la preocupación del empleador. Entonces, ya sea 'Tengo que enviar a mi hijo a la universidad' o 'Necesito comprar una casa nueva', o lo que sea, de tu vida personal no debería tener ningún impacto en tu vida profesional. Aunque desde un punto de vista personal es una perspectiva que podría ser cierta, la realidad es que el negocio realmente no se preocupa por eso.
En cambio, debes enfatizar el valor que traes a la compañía, brindando ejemplos de credibilidad y manteniendo siempre tu aportación a la empresa en términos de un asunto de negocios.
También deberías evitar las comparaciones directas con tus colegas. No debería mencionar algo como: 'Escuché que Luis o María que están en mi equipo, están ganando más que yo, y creo que merezco más porque hago X, Y y Z'. No se puede convertir en algo competitivo. Tiene que ser más sobre el mercado y luego sobre el producto de trabajo lo que traes a la mesa de negociación.
4. Acércate profesionalmente
Sobre la base del punto anterior, si los asuntos personales se ponen en discusión, también lo son las emociones.
Es realmente importante no traer emociones. Se un profesional. Obviamente, expón tu caso y prepárate para retroceder cuando sea necesario, pero siempre hazlo de manera profesional y desde una perspectiva comercial. Porque si comienzas a poner en la mesa sentimientos o emociones personales, normalmente la conversación no terminara bien.
5. Ten un plan de seguimiento
Los jefes a menudo no pueden proporcionar un aumento debido a las restricciones presupuestarias. Los gerentes pueden decir que no pueden ofrecer nada en el presente, pero podrían hacerlo en el futuro. En ese caso, no te desanimes y en su lugar, dale seguimiento. Un "quizás después" es mejor que un "no".
Si se trata de 'retomemos la conversación en una fecha posterior', pon claro lo siguiente: ¿cuáles son los objetivos que debes alcanzar para llegar al nivel al que se desea llegar? ¿Y cuáles son los objetivos y las metas? Establece una reunión de seguimiento en el futuro para cuando puedas acercarte y retomar estos temas. Si es posible, consigue esos objetivo por escrito o por correo electrónico, de modo que tengas eso para demostrar cuando tengas la reunión de seguimiento
Bibliografía