¿Cómo cumplir tus Propósitos?
El tema con los propósitos de año nuevo es que aunque son cosas buenas para ti, la motivación se acaba rápido en los primeros días, semanas o meses y seguro regresaras a tus hábitos de toda la vida.
La mayoría de los propósitos tiene que ver con cambiar de hábitos o establecer unos nuevos.
¿Por qué fracasan las personas con sus propósitos? ¿Qué es lo que hacemos mal?
Empecemos con el Top 10 de los Propósitos de Año Nuevo
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Hacer ejercicio
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Dejar de fumar
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Aprender algo nuevo
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Perder peso y hacer dieta
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Comer saludable
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Salir de las deudas
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Pasar más tiempo con la familia
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Viajar a nuevos lugares
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Sentir menos estrés
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Beber menos
El propósito con menos éxito es el de hacer ejercicio. Y curiosamente México es el segundo país con más gimnasios en el mundo. Pero sólo el 2% de la población frecuenta algunos de estos centros deportivos. Aunque los gimnasios indican que un 70% de las inscripciones son en Enero. Y el 90% de estos nuevos usuarios desertan durante Marzo. Sólo el 10% cumple el propósito de hacer ejercicio y más de la mitad renuncia a los pocos meses.
¿Por qué fallaste con tus propósitos de año nuevo y qué hacer?
Según un estudio científico, las personas renuncian a sus propósitos de año nuevo debido a la falta de autocontrol, el exceso de estrés y las emociones negativas. Pero más bien esas son las consecuencias y no las causas.
El verdadero motivo de porque la mayoría renuncia a sus propósitos de año nuevo, es mucho más simple y conlleva justamente la aparición de altos niveles de estrés, de emociones negativas como remordimiento o culpa y a la falta de autocontrol
Los 3 principales motivos que te orillan a renunciar a tus propósitos de año nuevo son:
Uno: Tus propósitos son metas muy grandes y poco realistas.
Te propones metas muy ambiciosas y aunque tú piensas que puedes lograrlo, en realidad son metas difíciles. Aquí aparecen los típicos propósitos de año nuevo:
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Este año sigo la dieta al pie de la letra para bajar 20 kilos
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Voy a ir al gimnasio de lunes a viernes
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Durante la noche vieja me fumo mi último cigarro de todo el año
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Voy a beber solo una vez al mes
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Quiero leer 1 hora todos los días y al menos un libro por mes
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Se acabaron los dulces y chocolates, este año voy a comer pura fruta
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Ahora si ahorraré el 20% de mi sueldo
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Jamás volveré a posponer la alarma, me levantaré temprano a las 5 am sin falta
¿Te das cuenta del error en estos propósitos? Son metas demasiado grandes para empezar. Dar el primer paso y lograr cumplir una meta tan grande, es simplemente una fantasía.
El agobio de ver lo difícil que se vuelve sobre el tiempo cumplir tu meta, te obliga a renunciar y volver a tu rutina de toda la vida.
Además, es muy difícil mantener metas tan ambiciosas durante todo el año. La motivación inicial disminuye conforme pasa el tiempo y tu fuerza de voluntad no es suficiente para continuar con este gran propósito. Lo que ocasiona que renuncies al poco tiempo después.
Tu motivación es muy alta al inicio del año, pero conforme pasan los meses, esta motivación disminuye. En ese momento aparecen algunas excusas que tratan de explicar porque renuncias a tu propósito: falta de tiempo, estrés, falta de autocontrol o falta de fuerza de voluntad, y un largo etcétera. Cuando se acerca nuevamente la víspera de año nuevo, tu ilusión por cambiar y retomar el propósito olvidado aumenta y el ciclo se repite nuevamente.
Además estas grandes metas tampoco toman en cuenta los posibles obstáculos, que pueden aparecer durante el año. Por ejemplo: ¿qué pasa si estoy demasiado cansado para ir al gimnasio? ¿Qué pasa si me regalan una caja de chocolates? ¿Qué pasa si no logro controlarme y vuelvo al viejo hábito?
Todo lo anterior contribuye a continuar con este círculo vicioso de fracaso constante.
Las cosas se complican cuando no solo tu propósito es demasiado grande, sino que además eliges empezar con todos al mismo tiempo.
Dos: Tienes muchos propósitos a la vez
Vivimos en una sociedad en la que más es mejor. Pero cuando se trata de metas, menos es la respuesta correcta.
Tener muchos propósitos que cumplir en tu día a día, te genera estrés innecesario, lo que contribuye a que fracases con todas las metas que te propusiste.
Un punto muy importante, es que los propósitos de año nuevo son en realidad hábitos. Para lograr construir un nuevo hábito en tu vida, es necesario tomar decisiones conscientes a lo largo del tiempo.
El problema es que la toma de decisiones agota tu energía mental, que en realidad se trata de tu fuerza de voluntad. Cuando tu energía mental está agotada, tu autocontrol o fuerza de voluntad también disminuye. Lo que ocasiona que tus decisiones sean incorrectas. Por eso, mientras menos decisiones tengas que tomar, más acertadas serán.
En el mundo de los negocios, las empresas con menos prioridades muestran un mayor crecimiento, en comparación con las empresas que tienen miles de prioridades anuales. Seamos honestos, si sientes que tienes múltiples prioridades, no tienes ninguna en realidad.
Tres: No construyes un Sistema que te respalde
Una meta sólo te dice “qué hacer” pero no te dice “cómo lograrlo“, no te da el paso a paso para lograrlo en el plano diario, que es lo más importante.
Necesitas tener una meta pero, también construir un Sistema que te ayude a ser constante para lograrla.
Sobre todo cuando tus propósitos de año nuevo son hábitos que quieres incorporar.
Cuando solo te enfocas en lo que quieres lograr o en el tiempo límite para lograrlo, pero no en el proceso, es muy probable que no logres obtener esos resultados que estás buscando.
Es lo que ocurre los primeros meses del año, al no ver los resultados “esperados inmediatos”, renuncias y sientes una especie de fracaso (incluso si efectivamente lograste un avance).
Todo lo anterior, también puede ocasionar que intentes buscar soluciones rápidas (pero temporales).
Lo que necesitas para lograr tus propósitos de año nuevo, es una guía paso a paso, que te permita continuar tu proceso (sin fallar) hasta ver los resultados que tú quieres.
No contar con un Sistema adecuado, puede ocasionar que cometas errores más graves, que te alejan cada vez de las metas que te propusiste y de la persona que quieres ser.
Estos son solo algunos de los errores que probablemente estás cometiendo cuando no tienes un sistema efectivo que te guíe:
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Pospones el tomar acción
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Despiertas el miedo al cambio
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Debilitas tu autoestima por fracasar
¿Qué tienes que hacer para lograr tus propósitos?
Te recomiendo que antes de empezar hagas aquí un pequeño ejercicio de reflexión sobre el año anterior (te será de gran utilidad para impulsarte a lograr tus propósitos)
Después, sólo tienes que seguir estos pasos:
Paso 0. Conecta el cambio que quieres hacer con tu visión y propósito de vida
Es común que personas comienzan a trabajar en buenos hábitos por el simple hecho de que son buenos hábitos, sin conectarlos con la visión que tienen para su vida. A la larga sólo trae frustración y fracaso.
Por ejemplo, si tu plan de vida incluye ser una persona saludable, puedes caer en el error de intentar desarrollar hábitos de un atleta llevándolo al extremo. Si tu plan es ser un atleta, desarrolla hábitos de atleta, si es ser una persona saludable, desarrolla hábitos que te hagan más saludable al nivel que quieres llegar.
Paso 1. Empieza con pocos
Uno de los errores más comunes es que las personas deciden cambiar toda su vida de la noche a la mañana.
En lugar de elegir 12 propósitos y fracasar 12 veces, es mejor elegir 1 solo propósito.
Esto no quiere decir que no puedas lograr más de un propósito por año, esto sólo significa que debes centrarte en uno a la vez.
La buena noticia es que un solo hábito saludable de inicio, desencadena una reacción en cadena. Lo que se traduce en una mejora global en tu vida.
Además empezar con un solo propósito, entrena tu fuerza de voluntad y autocontrol, mejora tu autoestima y confianza, lo que en conjunto ponte la base para que tus siguientes propósitos sea aún más fácil de lograr.
Piensa en esto. Para llegar al último escalón, tienes que pasar por todos los escalones.
La clave está en no olvidar que los malos hábitos se desarrollaron poco a poco a lo largo de mucho tiempo. De la misma manera necesitamos ir desarrollando los buenos, poco a poco.
Independientemente que quieras cambiar todo en tu vida, comienza con uno o dos hábitos hasta que los domines, luego añade otro y cambia poco a poco. No es una carrera, es un proceso.
Paso 2. Escríbelo
Escribir hace que tu meta deje de ser una idea o pensamiento invisible, lo que te ayuda a visualizarlo concretamente y a tomar acción.
Un estudio del Journal of Clinical Psychology encontró que las personas que escriben sus propósitos de año nuevo son 10 veces más propensas a cambiar su comportamiento y lograr su meta, en comparación con los que no lo hacen
Escribirlo también te puede ayudar a no dejarlo ambiguo. Proponerse desarrollar hábitos ambiguos no ayuda mucho.
¿Ser saludable? Ambiguo. ¿Caminar 30 minutos por 5 días a la semana? Mucho mejor. Asegúrate de especificar cuál es la acción que necesitas ejecutar en el hábito.
Paso 3: Convierte tu propósito en una acción muy fácil de lograr y haz un plan
Para convertir tu propósito en una acción simple, solo pregúntate: ¿Qué acción fácil podría hacer ahora mismo para empezar con mi propósito?
Tus propósitos de año nuevo son en realidad hábitos que quieres cambiar o hábitos saludables que quieres incorporar. Para lograr convertir una acción en un hábito automático en tu vida, es importante que esa primera acción sea sumamente fácil de lograr y sobre todo que escribas tu plan.
Paso 4: Convierte esa acción en algo aún más simple y fácil de lograr
¡Espera! Tal vez tu acción aún no es lo suficientemente fácil de lograr.
Los humanos somos pésimos estimadores. Así que por favor, lee tu acción y hazla aún más fácil de lograr.
Piensa en el peor día de la semana, en el que el tiempo no te rinde y solo sientes estrés y frustración…. ¿Podrías ser constante con esa acción?
Si la respuesta es NO, entonces tu acción aún no es lo suficientemente fácil de lograr. Regresa al paso anterior y escribe una acción mucho más fácil de lograr.
Ejemplo 1:
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Hago 10 minutos de caminata por las mañanas (mal)
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Hago 1 sentadilla por las mañanas (bien)
Ejemplo 2:
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Dejo de comer pan todos los días para bajar de peso (mal)
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Incluyo una porción de verduras como zanahorias o tomates en mi cena (bien)
Ejemplo 3:
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Voy a leer el Quijote este mes (mal)
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Voy a comenzar leyendo 10 minutos al día (bien)
Esta pequeña acción te garantiza ser constante en los peores días, sin motivación y sin fuerza de voluntad.
Paso 5. Invierte gran energía en desarrollar el hábito por 21 días y comienza en las próximas 48 horas
Ya que tienes todo escrito, no te desconcentres. Los expertos en el tema aseguran que 21 días es el tiempo necesario para desarrollar un hábito. Enfócate en desarrollar el hábito que quieres desarrollar y comprométete por 21 días como mínimo.
¿Por qué comenzar en las próximas 48 horas? Porque la mayoría de las personas pasan su vida planeando los hábitos que quieren desarrollar y nunca comienzan. Comienza ya y después ajusta.
Paso 6. Enfócate en lo que quieres, no en lo que estás eliminando:
Muchas veces nos enfocamos en lo que estamos tratando de eliminar en vez de tener la mirada fija en lo que queremos lograr. No pienses en lo que la dieta que escogiste te está prohibiendo comer, piensa en la persona en que te vas a convertir como resultado de desarrollar el hábito de comer saludable.
No te enfoques en el sacrificio, enfócate en el logro. Te hará el camino mucho más fácil.
Paso 7. Crea una atmosfera de soporte
Necesitas desarrollar una atmósfera que facilite la creación del hábito y te aleje de la tentación de volver atrás. Por ejemplo, hay personas que tiraron a la basura las tarjetas de crédito para poder salir de deudas; otros van a dormir con su ropa de correr para estar listos al despertarse y salir a hacer ejercicio a primera hora.
Paso 8. Controla y analiza el progreso
Establece revisiones periódicas para revisar tus avances en los nuevos hábitos. Puede ser de ayuda anotar cada noche en una libreta o en una nota en el móvil, si has cumplido los hábitos ese día para que no se te olvide. Anota también, en el caso de que hayas fallado, cuáles han sido los motivos, para intentar detectar y evitar que vuelva a pasar.
Revisa luego semanal o mensualmente los avances. ¿Cuántas veces has cumplido el nuevo hábito? ¿Lo haces ya con menos esfuerzo o aún te cuesta?
Si sientes que lo estás haciendo bien, quizás puedas proponerte nuevos retos e ir al siguiente nivel. Si has fallado mucho, tendrás que analizar los motivos y si realmente quieres implementar ese hábito.
Puede que te hayas propuesto salir a correr, pero te está costando demasiado, ni poniéndote alarmas o acostándote con la ropa de deportes. A lo mejor es que no te gusta nada correr y tienes que buscar otras alternativas.
Vuelve a preguntarte: ¿Cuál es el motivo real de querer crear ese hábito? ¿Hacer algo de ejercicio diario? En ese caso hay otras alternativas. Igual te gusta más hacer yoga, o una rutina de 10 minutos de ejercicio intenso que tener que salir a la calle a correr.
Paso 9. Celebra tus logros
No seas duro contigo mismo, aunque hayas fallado algún día, habrá otros muchos que sí lo hayas hecho bien. Valora esos días y celébralo, eso te dará ánimos para continuar. Es muy importante que te mantengas motivado.
Ojo, si te das una recompensa por llevar una semana cumpliendo tu hábito, esta debe ser coherente con el hábito. Si el hábito es comer saludable, la recompensa no puede ser comerte un paquete de donas o 3 hamburguesas.
Conclusión
La única forma de lograr crear un nuevo hábito es repetirlo las veces que haga falta hasta que se vuelva automático. Para esto hace falta constancia, motivación y fuerza de voluntad. Así es que replantea tus propósitos y busca ahora formar un hábito en tu vida.
Bibliografía
https://habitualmente.com/lograr-propositos-de-ano-nuevo/